Soy zurdo, Géminis y homosexual. Tengo casi treinta años, la dualidad de los psicópatas, el desdoblamiento de los genios y el 2x1 de un supermercado en oferta. Soy moderadamente guapo y moderadamente feo, demasiado listo y terriblemente tonto, obsesivo compulsivo, catador infatigable de whisky, fetichista de los ombligos y adicto a Gabriel García Márquez, la comida basura, Edith Piaf y el olor de los libros viejos. Eyaculé por primera vez a los doce años mientras veía el Tour de Francia a la hora de la siesta. Desde entonces, mi ecosistema se alimenta de la búsqueda del amor eterno, que siempre se me escapa entre los dedos y me deja demasiado tiempo libre para mi afición favorita: el sexo. A lomos del Caribe, en cualquier motel de Centroeuropa o justo aquí, en la sauna Paraíso de Madrid. Pero todos esos momentos se perderán cuando conozca a Sasha, el ruso más ruso -y peligroso- de todos los rusos. Bueno, y a Bastian, el noruego formal y cariñoso. De acuerdo, y también a Carlos, el trompetista ninfómano e infiel... Pero no estoy solo en este viaje. Me acompañan Sibila, mi mejor amiga; Zeltia, mi mejor amiga lesbiana; Alvarito, mi mejor amigo que no ha salido del armario; Titán, mi mejor amigo que sí ha salido del armario, y Javier, mi compañero de piso y mi enemigo íntimo. Mi nombre es Martín Lobo, y vomito todas estas aventuras -y muchas más- en un blog-coctelera en el que mezclo semen con ternura, venganzas y abucheos, prepucios y caricias a cambio de un módico sueldo de periodista arrebatador. Y como siempre he sido un animal de instintos, tengo el pálpito de que este año mi suerte va a cambiar. Porque no sólo de desastres vive el hombre...
1 comentarios:
Hola, gracias por traernos esta historia con una sinopsis muy interesante.
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